éra un día distinto al de ayer,aqui se encontraba un pequeño témpano llamado tempanito. Vivía junto a muchos otros témpanos en la grandiosa Antártica. Los témpanos eran tan grandes como como una ciudad repleta de edificios juntos, y otros aún mucho más. Lo único que deseaba tempanito era poder conocer más allá de la antártica,más allá de donde sus ojos pudiesen ver...queria conocer el mundo entero.
Su madre, una témpano muy inteligente, le corregía desaprobando lo dicho por sus ansias de aventuras.
tempanito, por nada del mundo debes aventurarte al océano. ¡Es demasiado peligroso!
¡Pero mamá,respondi{o tempanito.yo quiero ser tan famoso como el iceberg que hundió al Titanic!.
la mama descontenta por la respuesta le contestó.¡No, jamás debes hacerlo!, ¿oíste?
¿Y por qué mamá?preguntó tempanito.
Acaso no te han enseñado sobre el Efecto Invernadero y el Calentamiento Global,hijo?
No, mamá.respondió él con cara de desentendido.
¡Ahora mismo voy hablar con la maestra! ¡Cómo es posible que no enseñen una materia de tanta relevancia para los témpanos!...
Mientras la mamá de tempanito se encaminaba a la escuela, tempanito aprovechó de separarse silenciosamente de su padre que dormía la siesta. Sin mirar hacía atrás, se dirigió a las aguas donde él nunca había estado; las más lejanas del Océano Pacífico.
...Qué linda es la aventura..., decía el tempanito tratando de divisar algún barco para hundirlo y así pasar a la historia.
De pronto sintió un inmenso calor en la cabeza.desconsertado miró hacia arriba, viendo al sol que lo apuntaba con una gigantesca lupa. austado sacó rápidamente la sombrilla y la abrió. Pero por más sombra que tuviese,el calor seguía siendo igual. Sin poder evitarlo comenzó a botar enormes gotas de agua.
fué ahí cuando se preguntó.¿Acaso este es el calentamiento global?
y antes que el sol le respondiera, tempanito se derritió. Por varios días su sueño de grandeza flotaron a la deriva hasta que finalmente también se hundió...

0 comentarios:

Publicar un comentario